Se ha encontrado que ejercitar regularmente por encima de los niveles recomendados reduce el riesgo de enfermedades crónicas en adultos ¿Deberíamos reconsiderar las recomendaciones?
Las personas que se ejercitan por encima de los actuales niveles recomendados de actividad física, tienen dos veces más posibilidades de evitar una gama de enfermedades crónicas.
Investigadores del Instituto Westmead cerca de Sydney, Australia, entrevistaron a más de 1.500 adultos australianos mayores de 50 años y los siguieron durante un período de 10 años.
Aquellos que se involucraron en los más altos niveles de actividad física duplicaron sus posibilidades de evitar un accidente cerebrovascular, enfermedad cardíaca, angina, cáncer y diabetes, como también aumentaron dramáticamente la probabilidad de mantener un físico óptimo y una mente saludable 10 años después. De acuerdo con la líder de la investigación Bamini Gopinath de la Universidad de Sydney, los datos mostraron que en los adultos que han hecho más de 5.000 minutos MET cada semana, se ha visto la mayor reducción en el riesgo de enfermedad crónica.
Actualmente, La Organización Mundial de la Salud recomienda al menos 600 minutos MET de actividad física cada semana. Es decir, 150 minutos de caminata de alta intensidad o 75 minutos corriendo.
"Nuestro estudio mostró claramente que altos niveles de actividad física aumentan drásticamente la probabilidad de sobrevivir un extra de 10 años libres de enfermedades crónicas y discapacidades mentales", dijo.
"Nuestros hallazgos sugieren que los niveles de actividad física deben ser varias veces más altos que lo que OMS actualmente recomienda, a fin de reducir el riesgo de enfermedades crónicas.”
"Algunos adultos mayores pueden no ser capaces de participar en una actividad de alta intensidad", agregó Gopinath.
"Pero alentaríamos a los mayores adultos que están inactivos a que hagan algo de actividad física y aquellos que actualmente sólo participan en ejercicios moderados, a tratar de incorporar si es posible, una actividad más intensa".
La investigación recopiló datos del Blue Mountain Eye Study, en una década de duración, basada en la población de referencia estudio que comenzó en 1992. Hasta el día de hoy, sigue siendo uno de los más grandes y completos estudios epidemiológicos del mundo, que mide factores de dieta y estilo de vida contra resultados de salud y un rango de enfermedades crónicas.